En esta edición del Envoltorio continuamos con la historia de la Reina-Valera 1909. Desde el momento cuando en abril de 1904 el Secretario de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (SBBE), John Sharp, llama a hacer una revisión de la Biblia Valera y la Sociedad Bíblica Americana responde sugiriendo un proyecto revisor conjunto entre las dos sociedades. En el artículo anterior aprendimos que la Valera 1909 (1923) NO es una revisión de la biblia Cabrera-Tornos, a pesar de la afirmación errónea de los del campo de Gómez. Por supuesto, ellos afirman esto con el propósito de evitar la realidad obvia de que la biblia Gómez contiene lecturas del texto de Westcott y Hort porque la base de la misma es la biblia 1909 (1923). También aprendimos que por el año de 1909 la SBA estaba imprimiendo SOLAMENTE 2 Biblias en español: La Valera de 1865 y la Versión Moderna. En la producción de éstas tuvo parte H. B. Pratt. Sin embargo, Pratt no participó en nada en la revisión de 1909 (1923) porque renunció el comité (Texto y Traducción: Lenguajes Europeos, Essay#16, Part V, D, Eric North, ABS, April, 1967, p. 37, nota a pie de la pág. #1).
Al volver al tema de la 1909 (1923) encontramos esta siguiente información: “En el 13 de junio, 1907, el comité de versiones de la SBA recomendaron que se iniciara un proyecto conjunto entre la SBA y la SBBE. Quisieron llamar esta biblia la ‘Versión Estándar de la Unión’”. Esta información fue escrito bajo el título “NT Hispano-Americana”: (Texto y Traducción: Lenguajes Europeos, Essay#16, Part V, D, Eric North, ABS, April, 1967, p. 33). Así que, en 1907, dos años después de que se publicara la biblia Cabrera/Tornos, la SBA y la SBBE propusieron un proyecto conjunto, aunque todavía no habían formado ningún comité.
En diciembre de 1908 los siguientes hombres fueron nombrados como comité revisor (esta es la misma foto de la parte #1, menos borrosa), de izquierda a derecha:
1. V. D. Baez, nacional de México.
2. Dr. Charles W. Drees, Reverendo Episcopal y misionero en México.
3. Dr. Henry C. Thompson, graduado del Seminario Teológico de Princeton y misionero en México por 20 años.
4. John Howland, misionero en México.
5. Francisco Diez, nativo de España sirviendo en Chile.
Nótese otra vez más: este es el MISMO comité que Eugenio Nida dijo había sido responsable por la revisión de 1909: (Nida, Eugene, El Traductor Bíblico: Versiones Castellanas de la Biblia, ABS, 1951, pág. 202). Hasta aquí toda la evidencia indica que el comité revisor de la 1909(1923) se componía por este grupo de hombres.
Un año después, en 1909, estos hombres se reunieron por primera vez. Trataron primero que todo el asunto sobre cuál texto griego utilizar como base de la revisión. Decidieron desde el principio emplear el texto de Westcott y Hort: “Fuimos reunidos en la Casa Editorial Bíblica en Nueva York en el mes de enero, 1909. El texto editado por Nestle fue puesto en nuestras manos como aprobado por las dos sociedades bíblicas [la SBA y la SBBE], como el original del cual debiéramos traducir”, (Texto y Traducción: Lenguajes Europeos, Essay #16, Part V, D, Eric North, SBA, abril 1967, pág. 33). Esta decisión fue tomada porque la SBA había decidido ya cambiar su texto griego, del Texto Recibido al Texto Critico. Este cambio fue hecho en el año 1904, cuando la SBA estuvo bajo la dirección de Daniel C. Gilman. “El cambio en los EE.UU. se hizo con la SBA gracias a los esfuerzos de Daniel C. Gilman…seguidor de Huxley [Darwinista] y del humanismo secular…” (La Historia Escondida del Nuevo Testamento Griego, pág. 23).
Después de anunciar públicamente que el comité había de salir con una revisión de la Biblia de Valera basada en el texto crítico de Westcott y Hort, varios misioneros en Argentina se enojaron y expresaron sus opiniones al comité. Fue el 25 de septiembre de 1913: “…un grupo de misioneros en Buenos Aires dudan del uso de Westcott y Hort y el texto griego de Nestle, pero el comité revisor no se arrepienta”, (Texto y Traducción: Lenguajes Europeos, Essay#16, Part V, D, Eric North, ABS, April, 1967, pág. 42). ¡No se arrepintieron! Las sociedades bíblicas en aquel entonces se habían corrompido tanto que aun los misioneros veteranos en el campo no pudieron convencerles a quedarse con la versión antigua (la 1865 era la UNICA disponible de la SBA, puesto que ya habían dejado de imprimir la “Versión Moderna”). Estaban doblegándose a la presión que puso la comunidad “intelectual” en producir “biblias” basadas en Westcott y Hort, aunque las tropas en la línea de fuego no estaban de acuerdo con ellos. Así como David abandonó a Urías Jeteo, también la SBA abandonó a Dios y a Su Biblia. Y para que así conste, ¡en la Sociedad Bíblica Valera somos partidarios de aquellos misioneros en Argentina! Nosotros de una manera categórica rechazamos el cambio de texto hecho por la SBA en 1904, cuando vendieron su herencia divina (la Biblia de 1865) por un potaje rojo de lentejas corruptas que se llama el texto crítico. ¡Amén!
En el principio propusieron que la nueva revisión de 1909 (1923) se llamara la “Biblia Estándar de la Unión”, obviamente refiriéndose a la “unión” entre las dos sociedades bíblicas. Pero cuando finalmente lograron imprimir el NT en 1916, lo llamaron el “NT Hispano-Americano”, (Ibid., pág. 43). Salió el 30 de septiembre de 1916. Así que, el NT que todo el mundo dice ser la Valera 1909, al que también llaman “la Versión Antigua”, tenía dos nomenclaturas previas de las cuales muchos no se percatan. Vuelvo repetir que se llamaba “The Union Standard Bible” (Biblia Estándar de la Unión) y “La Biblia Hispano-Americana”. Pero, ¿Quién sabe de estas cosas? La ignorancia sobre la Biblia Española es una epidemia internacional. Ni aun el “piadoso y humilde” Humberto Gómez sabe estas cosas. No obstante él mismo produjo una revisión, ¡basada en el texto de la Valera 1909 (1923)! NUNCA se empeñó como para investigar la historia de la corrupción subyacente en su “amada Valera 1909”. Los laodicenses son “cuitados y miserables y pobres y CIEGOS y desnudos”, en cuanto a lo espiritual. ¡Son CIEGOS!
La primera idea de ellos (el comité revisor de la 1909) fue producir una revisión de la Valera “…prestando atención especial a las necesidades del pueblo Hispano-Americano”, (Texto y Traducción: Lenguajes Europeos, Essay #16, Part V, D, Eric North, SBA, abril 1967, pág. 30). Esta es la razón por la que algunos queríanponer el nombre “Hispano-Americana”. Pero entonces cambiaron el chip y decidieron producir UNA sola “biblia” estandarizada. Se olvidaron de la nomenclatura “Hispano-Americana” y en vez de tener una biblia dirigida a la comunidad hispano-americana, comenzaron a enfocarse en esta nueva “Versión de la Unión que sería recibida en los dos lados del Atlántico”. Obviamente, cuando dicen “dos lados del Atlántico” quieren decir que querían incluir España en la revisión. Querían tener una “edición estándar” producida por una “unión” de la SBA y la SBBE. Por ende, cambiaron el nombre poniendo “Unión Estándar”, (Ibid., p. 30).
A esas alturas tuvieron una discusión acerca de la palabra “sábado”. Obviamente esta palabra se refiere al séptimo día de la semana en español. A los gringos no les gusta esta palabra porque en ingles “sábado” (Saturday, el 7º día) y sábado (Sabbath, el día de reposo) son dos palabras distintas. Ok. Pero la palabra inglesa “Saturday” NUNCA, ni una vez, aparece en la Biblia King James. Siempre se traduce como “the seventh day” (el séptimo día). Si Dios es capaz de proteger el pueblo anglo de confusión por no utilizar la palabra “Saturday” en la Biblia King James, también lo puede hacer en la Biblia de Valera, a fin de proteger al pueblo hispano. ¡Y sí, lo protegió! Porque cada vez que la Biblia King James dice “the seventh day”, también la Biblia 1865 dice “el séptimo día”, la misma cosa exacta. La presunción de estos gringos chiflados era que el hispano promedio no podría distinguir la diferencia entre una referencia al sábado y una referencia al séptimo día de la semana. La presunción de ellos era errónea. Dios ya había arreglado el “problema” en 1569 y 1602, y en 1865. La Biblia original de Cipriano de Valera evita toda posibilidad de confusión por parte del lector al darnos la definición de sábado desde el principio. Aplicándose la ley de primera aparición, en Éxodo 16:23 encontramos la definición del sábado: “…el santo sábado DEL REPOSO de Jehová…” NADA puede ser más claro que esto. ¿Cuál necio podría jamás pensar que esta es una referencia al séptimo día de la semana?
Esta forma de pensar es típica entre los gringos que no entienden cómo los latinos piensan. Es EXACTAMENTE esta clase de arrogancia y pensamiento erróneo lo que ha llevado a que existan tantos proyectos para revisar la Biblia de Valera. Por ejemplo: En años más recientes ha aparecido una Biblia que se llama “Gómez”. Ahora, en América Latina es reconocida universalmente la palabra “mujer” como que se refiere a laesposa. ¡Pero a los gringos no les gusta esto! Cuando el angloparlante dice “I now pronounce you man and WIFE [esposa]”, el dicho que corresponde en español es: “Yo os declaro marido y MUJER”. Esto es ABSOLUTAMENTE normal, sin variaciones. “Mujer” corresponde a “wife” (esposa) en ingles, aunque cae mal en el oído gringo. La consideran una jerga callejera, pero decir “woman” (mujer) en vez de “wife” (esposa) no es problema en español.
Entonces, ¿Qué hizo nuestro hermano Gómez con la palabra “mujer”? Se sometió a la presión de los gringos para cambiar la Biblia de Valera y cambió la palabra de Dios en español, quitando la palabra “mujer” para poner luego la palabra “esposa”. Por supuesto, este cambio creó otro juego de problemas, ¡porque la palabra “esposa” SIEMPRE en el Nuevo Testamento habla de una mujer casada DESPUES de la CONSUMACION del matrimonio! Así que María tuvo relaciones sexuales con José antes del nacimiento de Cristo en la biblia de Gómez. Mire por favor el artículo sobre la palabra “mujer” en Mat. 1:20 aquí). ¡Increíble! ¿Te das cuenta de esta tendencia? En vez de ayudar a los latinos a creer en el Libro que les fue otorgado por Dios, ¡los gringos están, por el contrario, involucrados, desde 1904, en una campaña para destruir el antiguo texto de Valera y para enseñarles a los latinos a ser incrédulos con los cambios forzados que introducen en la Biblia de Valera! Desde Westcott y Hort hasta Humberto Gómez, Phil Stringer, D. A. Waite, Robert Breaker, etc., estos hombres son incansables en sus esfuerzos para destruir la obra de Dios en español. ¡Incansables!
Volviendo al tema de la 1909 (1923), hagamos referencia a una versión previa de la Valera producida por la misma Sociedad Bíblica Americana (SBA). Aparentemente, alguien tuvo una copia con fecha de “1854” puesta en su portada. Esta se imprimió antes de que fuese reimpresa cualquier Biblia Valera. Dicen que era una “…traducción aparentemente hecha de la versión inglesa…en columnas paralelas con el inglés [King James] y ya no está apareciendo en el mercado”, (Ibid., p. 31).
Por casualidad tenemos una copia de ésta con fecha de 1850 (no con fechas de 1854) y es exactamente igual a la descripción que hicieron los de la SBA. Probablemente fue un segundo intento de parte de la Sociedad Bíblica Americana por imprimir la Biblia en español. Anteriormente había impreso una versión católica (la de Felipe Scio). Luego imprimieron este testamento bilingüe. Yo ni siquiera sé que versión es esta del NT bilingüe de 1850, la que tengo en las manos. Estoy seguro que no es la de Scio, ni una variante de la Valera. Sin embargo, obviamente ésta no tuvo éxito. Y esto, porque el pueblo hispano sólo tiene disposición de recibir la Biblia siempre y cuando tenga la etiqueta “Valera”.
El próximo proyecto que emprendieron los de la SBA, después del NT bilingüe, fue la de 1865. Dijeron de ésta que tuvieron “buenas ventas”. Entonces, si los misioneros no estuvieron de acuerdo en cambiar la Valera 1865 ni cambiar el texto base de ella, y si los pastores hispanos estaban dispuestos a gastar su dinero para comprar Biblias de 1865 de una manera consistente y si se estaba esparciendo esta buena semilla por todos lados de América Latina, produciendo BUEN FRUTO ESPIRITUAL, ¿qué pasó? ¿Por qué abandonar una Biblia que representa un texto que abarca 1900 años de la historia de la iglesia y cambiarla por otra que se encontró escondida en la biblioteca del papa (Códices Vaticanus y Sinaiticus)? ¿Por qué de repente se deshicieron de la Biblia de Valera antigua para entonces producir una nueva? Algo estuvo mal con el proyecto de la 1865, y ese “algo” puede ser una sola cosa: El cambio que la SBA hizo en reemplazar el TR con el Texto Crítico de Nestle. Emprenderemos ese tema en la parte tercera y final de la historia de la 1909 (1923).
El deseo de tener un solo texto “estándar” de la Biblia española es por supuesto lógico (suponiendo que se está de acuerdo en revisar la Valera). El gran error de esto fue pensar que no había ya una revisión confiable. ¡Ya existía una, producida en España!La Biblia de Valera 1865. El más importante tomo jamás escrito por españoles. Es una traducción literal, con el método de “correspondencia formal”, dado en un castellano cervantino de la edad dorada de literatura española. Es 100% fiel al texto Masorético hebraico y el texto recibido griego de Erasmo.
No obstante, el comité revisor prosiguió diciendo que “el español es el mismo español en todas partes del mundo y hay menos razones para tener dos versiones en español que dos versiones en inglés”. Es decir, que ya tomaron la decisión de tener un solo texto estándar. Supuestamente la 1909 (1923) iba a ser este texto estándar y único. ¡Fracasó! Porque desde el momento en que salió ésta al mercado, han producido más de treinta otra revisiones. Nunca habrá un texto estándar en español ya que algunos gringos necios se rehúsan a aceptar el hecho de que Dios ya había dado el estándar en 1865. La verdad sencilla es que Dios ya había iluminado a CUALQUIER persona involucrada en predicar el evangelio en América Latina de cuál es Su palabra inspirada y correcta. Ya estaba rindiendo fruto MILAGROSO para Su gloria en lugares como Chile, Cuba y Colombia. ¿Por qué cambiarla?
A estas alturas, sería prudente tocar una tecla, el mito histórico sobre la Valera 1865. Los enemigos de Ella insisten que fue producida por un gringo presbiterano llamado Henry B. Pratt. Es por supuesto verdad que Pratt fue un partidario ardiente a favor de la Biblia King James en ingles y que ayudó bastante en la revisión inicial del texto de Valera (y reconozco este hecho en mi libro Guía para los creyentes de la Biblia de cómo cazar elefantes). Pero esto de ninguna manera significa que él fue la única influencia en la revisión. Al contrario, Pratt tuvo que abandonar el proyecto en 1862 por los problemas relacionados a la Guerra civil en los EE.UU. La realidad es que Ángel de Mora fue el principal en “revisar y corregir” el texto de Valera. De Mora era un español y un hombre con buena preparación, y fue perseguido por la Iglesia Católica. Él era el hombre idóneo para llevar a cabo la revisión.
De otro lado Pratt, con el tiempo, llegó a ser una grande decepción. Comenzó su “Versión Moderna” sobre la base del texto griego corrupto de Westcott y Hort (incluyó lecturas de éste). Llegó a ser muy agresivo e insistente con la SBA, y su “Versión Moderna” se vendió muy poco (la SBA decía que la Valera 1865 iba bien en ventas). Si hubiera sido reclutado para la obra de revisión de 1909, habría sido su tercer proyecto después de trabajar en la revisión de 1865 y la Versión Moderna. Llegó a renunciar al proyecto de la 1909 porque el comité le pidió que funcionara como “asesor” solamente. Pero insistió siempre que le pusieran como “pleno miembro de comité de la revisión” o no participaría en absoluto, (Ibid., pág. 37). Hno. Pratt, aunque fue utilizado por Dios grandemente en Colombia como misionero, y aunque tiene algunos de los escritos polémicos más fuertes en CONTRA de la gran ramera por aquel entonces, terminó su vida rechazado por sus iguales y frustrado en sus intentos de llevar la palabra de Dios al mundo hispano. Esto prueba una realidad importante, y esta es que Dios nunca ha llamado a ningún gringo para corregir una Biblia española. Debemos pegarnos al VIEJO LIBRO que se llama la Valera de 1865. ¡Amén!
En el 9 de Julio de 1909 el comité revisor, después de haber pasado 6 meses en México trabajando en los evangelios, envió una carta a la SBA anunciando la “realización virtual de su tarea”, (Ibid., p. 38). Es decir, que terminarían los evangelios a finales de 1909. Esto es una prueba concluyente de que lo que se llama comúnmente la Valera 1909, de hecho, no se realizó durante aquel año (1909), sino solamente una parte de ésta (la mencionada en la carta), es decir, los evangelios. Fue unos trece años después cuando por fin se terminó de revisar la Biblia completa. En esta carta los 5 miembros del comité admitieron haber utilizado 10 o más fuentes diferentes para la revisión. Estas fuentes incluyen:
- Westcott y Hort,
- Nestle,
- La Versión Americana Revisada (1901),
- La Versión Moderna (H. B. Pratt, 1893),
- La edición de Valera (Ángel de Mora y H. B. Pratt, 1865),
- La edición de Valera de 1862 (Lucena),
- “El Nuevo Pacto” (Iglesia Católica),
- Scio (Iglesia Católica),
- Amat (Iglesia Católica),
- Varias traducciones de lenguajes extranjeros (Ostervald, Diodati, Almeida, Lutero, etc.).
En esta carta también, el comité demuestra su tendencia para depender del texto de Westcott y Hort y también su inclinación a un método de traducción que había de llamarse (por eruditos como Eugenio Nida) “Equivalencia Dinámica”. En cuanto a la lealtad con el texto dijeron: “No estimamos esencial restringir la representación de cualquier palabra griega a la misma equivalente en español, sino que procuramos aprovechar, dentro de lo que hemos hallado como límites prudentes, las grandes riquezas del lenguaje español y de su vocabulario. En algunos casos encontramos deseable, o inevitable, utilizar una frase o un término paralelo, como para poder expresar fielmente el original”. Ok. No nos quejamos, siempre que estos casos sean “inevitables”. La verdad es que ninguna traducción puede ser realizada sin “Equivalencia Dinámica”.
He aquí un problema: lo que para el traductor es “deseable” en muchas ocasiones anula la lectura literal más “prudente”. Esto es exactamente lo que llevó a algunos traductores a añadir la palabra PRACTICA en I Juan 3:9, πᾶς ὁ γεγεννημένος ἐκ τοῦ θεοῦ ἁμαρτίαν οὐ ποιεῖ, “Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado…” como “Todo aquel que es nacido de Dios, no PRACTICA el pecado…” Esta palabra no se encuentra en ningún texto griego en el planeta Tierra. Pero puesto que el AUTOR de la RV1960, el gringo Eugenio Nida, no pudo entender porqué después de su propia conversión a Cristo continuaba pecando, él se junto con los demás eruditos apostatas laodicenses que procuraron a auxiliar a Dios y engalanó el texto de Valera con una nueva palabra, practicar. Así, está bien engañar a tu mujer de vez en cuando, siempre que no “practiques” el adulterio continuamente. Este es el dogma de Equivalencia Dinámica funcionando de manera óptima. Obviamente la RV1960 es una traducción muy “deseable”.
El equilibrio entre la Equivalencia Dinámica y la Correspondencia Formal (traducción literal) fue logrado y establecido por el redactor original del Textus Receptus, y desde aquel tiempo nadie lo ha mejorado. Desiderio Erasmo expresó el equilibrio de esta manera: “El lenguaje consta de dos partes, es decir, palabras y significado, que son como cuerpo y alma. Si los dos pueden ser expresados, no me opongo a una traducción literal palabra-por-palabra. Si no, sería absurdo para el traductor guardar las palabras y desviar del significado de las mismas”, (Estructura del Lenguaje y Traducción, Eugene Nida, Stanford University Press, CA, 1975, pág. 212). En otras palabras, traducción literal PRIMERO; equivalencia dinámica SEGUNDO. Equivalencia Dinámica, como lo practica Eugenio Nida y su ejército de traductores bíblicos modernos, destruye este equilibrio al abandonar el significado literal de la palabra en favor de una mera lectura “fácil-de-entender”. La Valera 1909 representa el primer desvío en el texto de Valera de esta práctica ESTABLECIDA de traducción. Los revisores de la RV1909 lo admiten.
Y un ejemplo CLARISIMO de esta desviación de los principios CORRECTOS de traducción por parte de la Valera 1909(1923) se encuentra en el libro a los Hebreos. Allí, por primera vez, los revisores del comité de la Valera 1909 (1923) removieron la palabra concierto, y la reemplazaron con la palabra pacto. Supuestamente, la palabra pacto es más común en América Latina. Pero, por más de 350 años el pueblo hispano ha conocido un Dios que guarda concierto con Su pueblo. De repente en 1909 (o sea, 1923), decidieron remover la palabra y meter la palabrapacto. Pero concierto es la palabra correcta, porque, así como Casiodoro de Reina tan elocuentemente lo dijo:
“El nombre Hebreo (Berith)…simplemente concierto…hecho con solemne rito de muerte de algún animal, como se tuvo diverso entre diversas naciones: y Dios lo imitó con Abraham en Gen. 15:9, estableciendo con él Su Concierto, el cual en el viejo Testamento fue confirmado con la muerte de los animales de los sacrificios, cuyas muertes eran un rito solemne con que aquel Concierto se renovaba y refrescaba entre Dios y su pueblo”.
Casiodoro de Reina eligió el sustantivo concierto porque, “…no nos hemos hallado poco [avergonzados] para darle nombre que lo significase todo…” Cuando de Reina dijo aquí “TODO”, quiso decir simplemente esto: “Venido el nuevo Concierto, ratificóse, no con rito, sino con muerte real del Mesías, y con Su sangre, la cual derramada una vez tuviese por su virtud expiatoria eternalmente de nuestros pecados, y junto con esto fuese eternalmente establecedora de parte de Dios del nuevo Concierto”. Lo que es imposible expresar con la palabra pacto, se expresa plenamente con la palabra concierto (puedes leer más sobre esta palabra concierto aquí).
Resulta ser asombrosa la carencia de escudriñar y estudiar respecto a la tendencia moderna de “revisar y corregir” la Biblia de Valera. Desde 1909 en adelante, el cuerpo de Cristo ha abandonado completamente los principios bíblicos sanos en pro de conjeturas, suposiciones, teorías, subjetividades, sentimientos personales e ignorancia, para poder crear un lío completo de lo que se llama la palabra de Dios. Hoy por hoy hay docenas de “biblias” españolas distintas en las librerías “Cristianas” y por lo tanto el cuerpo de Cristo hispanoparlante es ahora un inválido moribundo anémico, apenas tomando sus últimos suspiros de aliento antes de que venga el Señor Jesu Cristo del cielo.