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Uno de los cambios más preocupantes (entre muchísimos cambios) es la ausencia completa de la palabra “sábado” en la Biblia “Reina-Valera” de 1960. Esta palabra aparece 102 veces en la Reina-Valera 1865, y 108 veces en la 1909, pero no aparece ni una sola vez en la 1960. Nos están mintiendo, diciendo que el libro que venden en las librerías Cristianas son “Biblias”, cuando ¡están sacando palabras importantísimas de ella! Por supuesto, la caballería llega para respaldar este maltrato contra las Escrituras aunque Calvin George ni siquiera ofrece una defensa, solamente se esconde tras la definición griega (de la Concordancia Strong’s, por supuesto, un hombre que trabajaba en el Comité que produjo la Versión Americana Revisada de 1901), diciendo que está bien que quitaron esta palabra por completo de la Biblia, siendo que la definición significa lo que pusieron en la 1960.

Definición de la palabra “sábado” en la Biblia

En el idioma castellano, el día bíblico “sábado” corresponde al séptimo día del calendario normal (ahora siendo reemplazado por un calendario moderno que empieza en el lunes, pero no importa). Desde cuando Dios reveló el sábado al pueblo de Israel en Éxodo 16:23 en adelante, ese día ha sido conocido por el nombre “sábado” por el pueblo hispanoparlante. ¿Porqué quieren confundir el asunto y quitar el nombre del día de la semana de la Biblia? No tiene ningún sentido.

La frase “día de reposo” puede ser cualquier día que una persona eligiera para descansar del trabajo, sea el sábado, el domingo, o incluso el miércoles si tuviera ese día libre. Cualquier estudiante de la Biblia ya sabe que el decreto de Dios acerca del sábado tiene que ver con el Judío Sabbat, el cual ocurrió siempre en el séptimo día de la semana, SÁBADO. Ahora bien, sabemos que la ley del sábado (el cuarto mandamiento en el decálogo) fue únicamente y exclusivamente para la nación Israelita, por cuanto la Biblia no deja ninguna duda cualquiera acerca de este asunto, a pesar de las herejías de los Adventistas y judaizantes (Gálatas 2:14). No obstante, la doctrina que rodea esta verdad se pierde por rayar esta palabra de las Escrituras.

Bajo la ley de Moisés, hubo una estructura compleja de ritos y mandamientos acerca del sábado, y el “séptimo” en general. Por ejemplo, cada séptimo año fue un “sábado de holganza”. La 1960 dice que es un “reposo para Jehová” nomás, quitando de Dios su sábado! Incluso, para Dios son tan importantes Sus sábados para con los hijos de Israel que ¡los mandó a ser esclavos para setenta años para que se cumpliesen los sábados (de años)! (2 Crónicas 36:21) La 1960 simplemente dice “gozado de reposo”, pero pierde por completo la doctrina Mosaíca del sábado, tanto de días como de años. Esta torcida lectura de “día de reposo”, por cualquier razón que fue hecho, es un ataque contra las palabras eternas de Dios.

La corrupción de la palabra en la Biblia

Pero el problema más grande que han hecho estos “adulteradores” (2 Corintios 2:17) es cubrir la doctrina del sábado de mil años, el Reino Milenario. Desde el primer capítulo de la Biblia, hay “sombra” (Colosenses 2:17; Hebreos 8:5; 10:1) del futuro, incluso los días de la creación y lo que cada cosa creada significa. Por supuesto, Dios descansó el séptimo día, el sábado (revelado en Éxodo 16; Nehemías 9:13-14). Él mandó a Israel que guardase los sábados, tanto de días como de años, y el quincuagésimo año suponía de ser el año de jubileo, cuando todos los Israelitas volviesen a sus heredades originales (Levítico 25, 27). Todos estos sábados apuntaron hacia el Reino Milenario, cuando la Tierra tendrá su mil años de reposo, no de siembra y cosecha, sino de pecado, guerra, pestilencia, y la maldad de Satanás obrando en el Reino de los Cielos. ¡Además, será guardado el sábado de nuevo! (Isaías 56:3-8; 66:23; Ezekiel 44:24; 45:17; 46:1-4, 12) Se esconde toda esta revelación tras una elección de palabras modernas sin ninguna razón cualquiera.