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Hoy en día muchos promueven la idea de es necesario aprender Griego bíblico, y que la Biblia solamente puede entenderse a base de tal conocimiento. Ya que el Griego bíblico (llamado el Griego “Koiné”) es un idioma muerto, da para pensar en cuanto a su utilidad en el aprendizaje de la Biblia en español. 

Muchos que sugieren que es necesario aprender Griego bíblico no creen que existe hoy una Biblia pura y que contiene “toda palabra que sale por la boca de Dios” como dijo Jesús en Mateo 4:4. La gran mayoría de estas personas dirían que no existe un solo libro en un solo idioma en toda la Tierra que comprende “toda palabra” de Dios. Ni siquiera los criticones textuales que prefieren las revisiones modernas creen que tienen un Nuevo Testamento 100% confiable, incluso considerando el aparato crítico y las lecturas alternativas que tiene (vea los ejemplos). 

¿Aprender griego bíblico? Mateo 4:4-7 en el Novum Testamentum Graece de Nestle-Aland, 28º edición
¿Aprender griego bíblico? Aparato crítico para Mateo 4:4-7 en el Novum Testamentum Graece de Nestle-Aland, 28º edición.

Aunque es incomprensible a 99,9% de los lectores de esta página, e inútil para los que sí lo pueden leer, este ejemplo de la 28º edición del Novum Testamentum Graece de Nestle-Aland (Mateo 4:4-7) indica las lecturas “posibles” a base de la evidencia textual hallado durante los siglos. Esta evidencia comprende rollos, códices, porciones chicas, escritos patrísticos y otros documentos que contienen palabras, frases, y versículos, capítulos, o libros enteros de la Biblia.

Ahora, ya que la vasta mayoría de esta evidencia está disponible en Griego, ¿no tiene sentido que le ayudaría a uno poder leer y descifrar para sí estas lecturas y documentos? Después de todo, ¿no es lo que hacen los eruditos para producir “mejores” Biblias en muchos idiomas? La respuesta simple es que no vale para nada.

Pues, dirá alguien que es hipócrita decir eso, ya que nosotros hacemos posible aprender Griego Bíblico en nuestro Instituto Bíblico Valera Online. Bueno, la respuesta es que sí, se enseña, pero no de la forma que los eruditos modernos lo enseñan. Por ejemplo, los eruditos que producen las versiones modernas de la Biblia se creen capaz de determinar lo que Dios quería decir, pero no pudo preservar ni traducir sin la ayuda de ellos. Para estos eruditos, la obra de la traducción de las Escrituras es un trabajo literario como cualquier otro esfuerzo, y descartan por completo la intervención del Espíritu Santo en la transmisión, preservación y traducción de ellas.

Nosotros, por el contrario, damos por hecho que si es las Escrituras, es “divinamente inspirada” (2 Timoteo 3:16), y por lo tanto, es la obra de Dios mismo. Al buscar todas las referencias a “Escritura” con mayúscula en la Biblia, ni una de ellas se refiere a unos “autógrafos originales”, sino unas copias, copias de copias, y, aveces, traducciones de los originales. Pues, nuestra postura es que Dios ya nos habló en el idioma castellano por medio de la Reina-Valera 1865, y el Griego koiné muerto ya no nos sirve, dado que tenemos las Escrituras, divinamente inspiradas.

Entonces, ¿por qué aprender Griego en el instituto bíblico? Hay dos motivos básicos: 1. para el desarrollo del carácter del individuo que lo estudie, ya que requiere mucho esfuerzo, estudio y preparación; y 2. para poder responder a los criticones de las Escrituras conforme a su insensatez (Proverbios 26:5).