Serpiente en Génesis 1:26
Por Fabio Carballo
Existe un pequeño grupo de cristianos en el mundo hispano que cree que Dios preservó su Palabra y que esta Palabra está dispuesta para ellos en la Biblia Reina-Valera. Este remanente no está de acuerdo con las nuevas revisiones del mensaje de Dios y específicamente con el objetivo principal de los revisores: “purificar” el texto.
Los trabajos de “purificación” del texto de la Valera normalmente vienen con algún propósito no publicado: bien sea el de “acercar” el español de Valera al Textus Receptus griego, bien presentar una biblia concordante con el Texto Crítico griego, o bien entregar a cierto público un texto que concuerda “exactamente” con la Biblia King James en inglés. Desde mi punto de vista las versiones más representativas de estas ideas son la Nueva Versión Internacional y la biblia Textual (cercanas al Texto griego crítico) y la biblia Reina-Valera-Gómez que pretende ser una biblia paralela en español a la AV1611, o biblia del Rey Jaime, en inglés.
Desde estos frentes llegan constantemente preguntas sueltas y ataques directos a las antiguas biblias del Oso, del Cántaro y a la revisión de éstas en 1865. Básicamente, los cercanos a la Reina-Valera 1909 respetan la Valera 1602 o Biblia del Cántaro.
La biblia Reina-Valera-Gómez ha ganado un buen número de seguidores en América Latina. El trabajo del hermano Gómez no es de despreciar y su diligencia por acercar la biblia en español a la biblia en inglés tiene su mérito. Mi desacuerdo con la Reina-Valera-Gómez no es tanto en el sentido de si está apegada o no al Texto Recibido (creo que sí lo hace) sino más bien en mi creencia de que no se puede corregir un texto antiguo con mentalidad moderna y mucho menos pensar que Dios no ha dejado su Palabra confiable al pueblo hispano hablante. Los anacronismos lingüísticos y la subjetividad humana serán constantes en este tipo de revisión.
Uno de los últimos ataques a la Antigua Valera, proveniente al parecer desde una trinchera en Puerto Rico, es el cuestionamiento por la utilización de Cipriano de Valera de la palabra “serpiente” en Génesis capítulo 1.
Un pastor me hizo la siguiente pregunta: ¿por qué la Reina-Valera 1865 dice que Dios creó a la serpiente que se anda arrastrando sobre la tierra en Génesis 1:26, si la serpiente empezó a arrastrarse después de la maldición en Génesis 3:14?
Una variante del mismo interrogante me llegó por medio de otra persona: “En Génesis 1:26 la Valera 1865 lee: ʻtoda serpiente que se arrastra en la tierraʼ. Entiendo que la serpiente fue condenada a arrastrarse después de la caída. Claro, Strong pone serpiente como una opción de traducción ¿por qué elegir una traducción que genera conflicto?”
Es importante comprender que dicha pregunta llega de parte de los defensores de la biblia autoproclamada por sus revisores Reina-Valera-Gómez. Digo autoproclamada, pues el señor Humberto Gómez y sus compañeros de la Dean Burgon Society decidieron poner el apellido Gómez en la portada de la Biblia, por supuesto esto no pasó con la Antigua Biblia de Reina en 1569 (Biblia del Oso originalmente) y la revisión de Valera de 1602 (Biblia del Cántaro). Es decir, Casiodoro de Reina no terminó su trabajo de traducción y le puso por nombre a esa biblia: “La Biblia de Reina”; Cipriano de Valera no terminó su trabajo de revisión de la Biblia de Reina y le puso por nombre: “Biblia Reina-Valera”[1]. Pero en pleno siglo XXI, un personaje como Humberto Gómez (y a lo mejor no por su propia decisión) pone su apellido a tal revisión.
Ahora bien, en la biblia de Gómez la palabra serpiente no aparece hasta Génesis 3:1, cuando la relaciona directamente con Satanás. Es desde ahí que surge la pregunta.
Empecemos con el asunto de Strong. El demandante de una respuesta nos da una primera salida a los creyentes de las antiguas palabras de Dios en español, nos permite una licencia a los que creemos que la biblia no tiene que estar siendo revisada en estos años, dice: “Strong pone serpiente como una opción de traducción”. Lo primero entonces es buscar en diccionario de griego y hebreo de James Strong:
“רֶמֶשׂ rémes de reptil o cualquier otro animal que se mueve velozmente: animal que se arrastra, lo que se mueve, serpiente, reptil”.[2]
Con esta opción de traducción el problema queda resuelto, especialmente para aquellos que siempre van al griego y al hebreo para despejar sus dudas. ¿Habrá algo más que decir?
Nuestro interrogador argumenta entonces: “¿Por qué elegir una opción de traducción que genera conflicto?” Aquí vale la pena detenerse en la opción de traducción de Humberto Gómez en Génesis 1:26, “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre las bestias, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra” (RVG). El parecer del personaje que hace la pregunta (el cual según entiendo es un misionero en Puerto Rico) es que elegir la palabra reptil (como hizo Gómez) en lugar de serpiente (como hizo Valera) no genera confusión y por eso la biblia Gómez es superior a la Valera 1865, y por supuesto a la Biblia del Cántaro 1602 que lee de la misma forma.
Preferir que la Biblia diga reptil y no serpiente en Génesis 1:26, a mi parecer, lo que busca es separar a las serpientes de los reptiles. Pero la serpiente es un reptil. La biblia Gómez nos dice que Dios creó los reptiles, en el sexto día, el verso 26 dice que Dios le encargó a Adán la tarea de gobernar sobre los reptiles. Enseña, esta versión, que Adán se enseñorearía de “todo reptil” y esto, en nuestro lenguaje moderno, incluiría a las serpientes. Y la Gómez dice con claridad en el verso 26 “todo reptil que se arrastra sobre la tierra”. Y hay que dejarlo claro, la serpiente es un reptil.
Mire Génesis 1:26 en Reina-Valera-Gómez:
“Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y reptiles y animales de la tierra según su género. Y fue así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su género. Y vio Dios que era bueno” (los subrayados son míos).
Compare con Reina-Valera 1865:
“Y dijo Dios: Produzca la tierra ánima viviente según su naturaleza, bestias, y serpientes, y animales de la tierra según su naturaleza: y fue así. E hizo Dios animales de la tierra según su naturaleza y bestias según su naturaleza; y todas serpientes de la tierra según su naturaleza: y vio Dios que era bueno” (los subrayados son míos).
Según la lógica de los defensores de la biblia Gómez, las serpientes no serían reptiles, pues las serpientes tenían patas, y luego de la maldición de Dios sobre la serpiente (Génesis 3:14) les fueron quitadas las patas o les fueron inoficiosas. Según esto, LA SERPIENTE ANTIGUA, el Dragón, que se llama diablo y Satanás no se “materializó” en un reptil, pues los reptiles se arrastraban sobre la tierra y las serpientes (todas ellas no solo el animal específico llamado Dragón) según Gómez, o según nuestro hermano que lanza la pregunta, no son reptiles. Hay que dejarlo claro: Las serpientes son reptiles y caben en esa palabra en la misma biblia de Gómez; y no solo eso: los reptiles se arrastran sobre la tierra, y eso también está claro en la biblia de Gómez.
Génesis 1:25-26, “E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su género. Y vio Dios que era bueno”. Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre las bestias, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. (RVG, Los subrayados son míos).
Si la serpiente es un reptil[3], ¿cuál es el problema de escoger esa palabra? Creo que ninguno, además los mismos defensores de la Gómez argumentan que el asunto es de conveniencia, “para que la gente no se confunda”. ¿Es esa una razón valedera para cambiar una palabra de la Biblia? “Que la gente no se confunda”. Yo no creo. Las palabras de Dios siguen siendo preservadas en español y las iglesias locales como el sacerdocio actual son llamadas a guardarlas. Ahora bien, una cosa son las serpientes y otra cosa es la Serpiente por antonomasia o Satanás.
Hay un asunto en todo esto al que le encuentro mayor importancia: la profecía. Como ya dije, una cosa son las serpientes y otra cosa es la serpiente antigua o dragón que se llama diablo y Satanás. La Biblia la muestra en Revelación 12:9 “Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, que es la serpiente antigua, que es llamada diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo: fue arrojado en tierra y sus ángeles fueron arrojados con él” (RV1865). Esa serpiente antigua es comparada con un dragón, así que debía tener patas. Digamos entonces que la antigua serpiente era un dragón, un tipo de serpiente o de reptil con apariencia de dragón.
Otro verso que relaciona a la serpiente con el dragón es Isaías 27:1, “En aquel día Jehová visitará con su espada dura grande, y fuerte, sobre el leviatán, serpiente rolliza, y sobre el leviatán, serpiente retuerta y matará al dragón que está en la mar” (RV1865). Por su puesto, el día será el día del Señor, día de espanto, día de terror, miré por favor el contexto (cap. 26:19-21). ¿Cuándo será esta visita de Dios sobre la serpiente antigua, sobre el dragón? Seguramente en Revelación capítulo 20 versículo 10, “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche para siempre jamás” (RV1865). Compare esto con Revelación 20:2. Así, el animal sobre el cual se “materializó”[4] Satanás no era un animal de tierra, era un animal de mar, pero la Biblia le llama serpiente. Serpiente rolliza (en forma de rollo) y serpiente retuerta (que se retuerce). Es decir, había un animal, llamado Leviatán, el cual tenía apariencia de dragón que salía del mar (donde se arrastraba) y caminaba por la tierra, este animal fue el que habló con Eva.
La serpiente rolliza se encuentra referenciada también en Job 26:13, “su Espíritu adornó los cielos: su mano crió la serpiente rolliza”. Aunque la Sociedad Dean Burgon quitó la palabra serpiente de Génesis 1:26 olvidó quitarla de Job 26:13, donde la Biblia muestra a Dios creando un animal que tenía forma de rollo al que llamó serpiente. Bueno, cabe destacar que Gómez no utilizó la palabra rolliza sino “tortuosa”, la otra palabra que está en Isaías 27:1. Tortuosa es que da vueltas o rodeos, (que viene del Tártaro), que sale del abismo y llega a la tierra. Se puede entender que la serpiente, Leviatán, el dragón que salió del mar, de lo profundo, del abismo y caminó por la tierra, fue el que habló con Eva.
Aquí enseña la Biblia que Dios creó la serpiente rolliza, es decir en forma de rollo. En la Biblia del Cántaro, Cipriano de Valera puso una nota al margen de Génesis 1:20 para cruzar este verso con Job 26:13. La nota de Cipriano de Valera dice así: “Iob 26:13, serpiente tortuofa, capítulo 40, Leviathan” (conservé la ortografía de la época)[5].
Sí eso es así, la serpiente de Job 26:13 será la ballena de Génesis 1:21, que sería el único animal con nombre propio en la creación antes de que Adán pusiera nombres a los animales y entendiendo que los reptiles eran llamados serpientes o viceversa. Así, las ballenas serán una cosa diferente a las ballenas que conocemos en el día de hoy, las ballenas serían más bien un tipo de animales, monstruos marinos, una de ellas Leviatán.
Esto, sin lugar a dudas, enriquece nuestro entendimiento de Jonás 2:1-2, “Y oró Jonás desde el vientre del pez a Jehová su Dios, y dijo: Clamé de mi tribulación a Jehová, y él me oyó, del vientre del infierno clamé y oíste mi voz” (subrayado mío). Y recordemos que nuestro Señor Jesucristo llamó a este gran pez ballena (Mateo 12:40)[6]. Es decir, fue Leviatán quien se tragó a Jonás, evidentemente no podía caber en una ballena tal como el animal al que se llama ballena en el día de hoy, pero sí en un tipo de ballena llamado Leviatán. Los revisores de la biblia Reina-Valera 1960, al introducir su propia reflexión sobre el asunto cambian la palabra “infierno” por “seno del Seol” en Jonás 2:2 y ballena por “gran pez” en Mateo 12:40, esos cambios destruyen en buena medida este estudio.
Trataré de ser claro, con la biblia Gómez (así como con la 1960) esta enseñanza queda en el abstracto, queda en el aire. Los buenos deseos de “no confundir” hacen que se pierdan verdades maravillosas, doctrinas que, al parecer dadas las referencias de las biblias, Cipriano de Valera y Casiodoro de Reina creían. Cuando la biblia Gómez quita serpiente de Génesis 1:26 y de Génesis 1:21, al mismo tiempo, quita la referencia a Job 26:13 y así sucesivamente.
El hermano Humberto Gómez, Dean Burgon Society y los defensores de esta nueva revisión destruyen la referencia cruzada, y esta enseñanza maravillosa, al quitar la palabra “serpiente” de Génesis 1:26, y de manera simplista cambiarla por reptil, al parecer ignorando que las serpientes son reptiles y creando la idea que las serpientes terrestres caminaban en dos patas hasta que llegó la maldición sobre ellas.
De Leviatán, ese monstruo que se arrastra en lo profundo del mar tiene la Biblia mucho que decirnos, pero creo que por ahora es suficiente.
[1] Pienso que con esta breve explicación quedo libre de las críticas del Dr. Phil Stringer. Mire por favor: http://www.reinavaleragomez.com/es/node/30
[2] Strong, James. Diccionario Strong de palabras originales del Antiguo y Nuevo Testamento, parte de Nueva Concordancia Strong exhaustiva. Miami, Editorial Caribe, 2002.
[3] Según la Enciclopedia Británica, los reptiles son una clase de animales invertebrados que incluyen las serpientes tortugas, cocodrilos, etc., The New Encyclopaedia Britanica, Macropedia vol. 15, Helen Hemingway Publisher, 1943-1973. 1974, U. S. A. P. 725
[4] Mi limitado conocimiento (no soy un Dr. como Humberto Gómez o Elmer Fernández), me hace utilizar esta palabra sin comprender totalmente su alcance. Satanás se “materializó” o “tomó posesión de la serpiente”, no puedo estar seguro, los casos de posesión registrados en el Nuevo Testamento son diferentes a este caso en particular.
[5] La nota también está en la Biblia del Oso de 1569.
[6] Lamentablemente la Reina-Valera 1960 (la más popular en el mercado entre evangélicos) cambia la palabra ballena por gran pez.